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Carlos Pérez
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"Cuando la realidad se vuelve irresistible, la ficción es un refugio. Refugio de tristes, nostálgicos y soñadores"

Mario Vargas Llosa

MICRORRELATO: "Alzheimer"

miércoles, 5 de mayo de 2010

Ernesto no deja de recibir llamadas, mensajes y correos electrónicos. Camina dejando una estela de Acqua di Gió, nicotina y alquitrán y va vestido como lo requiere su status laboral, de punta en blanco, con una pulcritud extrema y el pelo peinado hacia atrás, petrificado por la gomina. Es una mañana como otra cualquiera. No hay una conversación telefónica en la que deje de mencionar términos como: acción, liquidez, beneficio, vencimiento o capital. Suena nuevamente el móvil y habla a través de sus auriculares bluetooth.

- ¿Quién es?

- Hola, buenos días, ¿Ernesto?

- Sí, soy yo, Buenos Días, ¿quién me llama?

- Mi nombre es Gemma, le llamo de la Residencia San Ignacio.

- ¿De dónde, perdón?

- De la Residencia San Ignacio. Quería decirle que su padre últimamente ha experimentado algunas mejorías y hemos pensado que quizás querría saberlo.

- Ah, sí…sí, por supuesto. Es que me ha pillado usted con la mente en otra parte, disculpe. Dígame.

- Bueno, no se preocupe. Verá, su padre está teniendo recuerdos muy lúcidos estos días y ha preguntado varias veces por usted. Es increíble, pero nunca, en el tiempo que lleva aquí, se había acordado que tenía un hijo. Ojalá pueda venir mañana. Estamos preparando su fiesta de cumpleaños.

- Ah, genial. Haré todo lo posible por estar. Gracias por todo, de verdad.

- Gracias a usted, Ernesto. Un abrazo y que tenga buen día.

- Igualmente. Adiós.

Ernesto sigue caminando. Por un momento, trata de recordar cuando fue la última vez que visitó a su padre. De nuevo suena el móvil.

-¿Quién es?...Hola José Andrés. Buenas noticias, las acciones están subiendo y gozamos de liquidez. Sin duda será un año de beneficios. Además, tenemos capital de sobra para pagar nuestras amortizaciones antes de los vencimientos. Así que ve preparándote. Hay que celebrarlo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Genial. Hoy en día la sociedad en general parece que tiene alzheimer: hemos olvidado la importancia de las personas, de los valores, del compromiso.

Clemente dijo...

En primer lugar, quiero dejar entrever mi ignorancia con respecto a estas pequeñas obras nominadas con el apelativo de “microrrelatos”, o al menos no consigo recordar si alguna vez he tenido el placer de haber leído las suficientes como para sospechar de la existencia de este especial género literario. Por supuesto que, a lo largo de mi vida, he ojeado numerosos cuentos y narraciones cortas de diversos autores, pero nunca de una extensión tan parca como la que poseen los que tratamos aquí. Voy a permitirme el comparar este tipo de escritos con los clásicos chistes humorísticos, principalmente en cuanto a que, en muy pocas palabras, son capaces de condensar pequeñas historias; claro que lo de pequeñas es en relación a lo de su amplitud porque, ateniéndonos a su calidad de contenido temático, pueden ser tan grandes o más que las relatadas en muchos best sellers. No olvidemos que hace muchos años ya lo dijo Baltasar Gracián, jesuita y escritor del barroco español: “Lo bueno, si breve, dos veces bueno”.
Conociendo lo grande que es tu afición, Carlos, al cine en general, y al corto en particular, y teniendo en cuenta mi modesta habilidad para poder contemplar cualquier argumento al estilo del más puro lenguaje fílmico, debo decirte que la mayoría de tus microrelatos se me antojan como factibles para confeccionar guiones, por supuesto breves, capaces de ser transformados en interesantes cortos cinematográficos.
Resumiendo, me gustan tus historietas pero eso, teniendo en cuenta el gran valor que otorgo a tus escritos en la Revista Nivaríense, sobre todo los que editas en la columna “El Salmón”, no debiera extrañarme. Reconozco que nunca te lo he dicho (una deuda pendiente para contigo) pero, como creo que más vale tarde que nunca, te lo comento aquí. En dicha escueta sección sueles desarrollar una trama cualquiera con tan escasas (pero suficientes) palabras que, por su concisión, se asemeja a tus “relatos cortos”. No obstante debo recalcar que, de “El Salmón”, lo que más me place es que, la mayoría de las veces, expones en él tus tesis basándote en vivencias muy personales, lo cual te hace ser auténticamente original ya que, cuando el principio inspirador procede de lo más profundo de la propia alma, nadie mejor que uno mismo para expresar lo que se desea.
Sigue con la misma fórmula porque creo que vas por buen camino.

¡Un fuerte abrazo, querido yerno!

 

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