De nuevo todas esas miradas llenas de ira acribillándome. Otra vez los insultos, las amenazas, la furia con la que me gritan que regrese a mi país. Intento que nada me intimide. El ensordecedor bullicio se intensifica con cada paso. “¡Fuera, fuera, negro de mierda” –logro escuchar con claridad, mientras me rozan algunos salivazos. Me muevo como una liebre atemorizada. Quisiera escapar de aquí pero no puedo, no debo. Corro al borde de la extenuación y salto queriendo alcanzar el cielo. Caigo al suelo y por un momento creo que me voy a desmayar. Me levanto aturdido y veo, entre una marea de abrazos, a todo el mundo puesto en pie. Agitan pañuelos blancos. “Abdourakhane, Abdourakhane”” –corean con cierta dificultad. Ha debido ser un gran gol.MICRORRELATO: "Abdourakhane"
jueves, 16 de septiembre de 2010
De nuevo todas esas miradas llenas de ira acribillándome. Otra vez los insultos, las amenazas, la furia con la que me gritan que regrese a mi país. Intento que nada me intimide. El ensordecedor bullicio se intensifica con cada paso. “¡Fuera, fuera, negro de mierda” –logro escuchar con claridad, mientras me rozan algunos salivazos. Me muevo como una liebre atemorizada. Quisiera escapar de aquí pero no puedo, no debo. Corro al borde de la extenuación y salto queriendo alcanzar el cielo. Caigo al suelo y por un momento creo que me voy a desmayar. Me levanto aturdido y veo, entre una marea de abrazos, a todo el mundo puesto en pie. Agitan pañuelos blancos. “Abdourakhane, Abdourakhane”” –corean con cierta dificultad. Ha debido ser un gran gol.
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2 comentarios:
En conflictos tan banales como esas aparentes y brutales contradicciones, es donde, sin lugar a dudas, radican la mayoría de las grandezas y miserias del ser humano.
Así es Clemente. El comportamiento humano a veces está en función de los resultados y tiene mucho de hipocresía. Las fachadas siguen siendo una barrera. Gracias por el comentario tan profundo y certero.
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