Laura y Javier son invitados a visitar la casa de Marisa. Es una desconocida para ellos pero sus dotes de curtida anfitriona les hipnotizan. Recorren parsimoniosamente pasillos, salones, terrazas… “Esta es la zona chill-out” –comenta Marisa mientras Laura y Javier no quitan la mirada de una palmera enorme cuyo tronco atraviesa las cuatro plantas del edificio. Desde allí arriba las vistas cortan la respiración. Han perdido la cuenta de las puertas que ha abierto Marisa hasta llegar a la azotea y piensan que necesitarían un mapa para salir de allí solos. “Estos muebles son el último grito en oriente. Traje un container lleno desde el sur de Sumatra” –indica Marisa mientras se sienta en un sillón de piel y cruza las piernas elegantemente. Javier mira su reloj. Mañana ha de levantarse de nuevo temprano para probar suerte. No todos los días el patrón lo elige para ir a trabajar. Apagan la tele y la casa de Marisa se diluye entre humedades y muebles apolillados.
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6 comentarios:
Emmm.... creo estar oyendo las críticas que haces cada vez que vemos estos programas de "¿Quién vive ahí?" y otros por el estilo.
Tienes razón, son una bofetada para una grandísima parte de la sociedad.
La tele siempre aprovechando las miserias de las personas para hacer negocio...
Carlis!!! Estos días le he estado echando un vistazo al blog y la verdad es que me tienes impresionado... me gustan tus relatos, estas echo una máquina!!!, llegaras lejos... así empezaron los grandes como Cortazar o Ana Rosa Quintana...
Un abrazo.
Gracias Javi por el comentario. Veo que sigues con tus gustos literarios bien definidos; Cortazar y Ana Rosa. 1 abrazo.
Muy bueno. Excelente crítica.
Por cierto, me encantó la foto de la cabecera, la del abismo. Uf, pone los pelos de punta.
Saludos.
Gracias Maribel. Viniendo de una gran escritora como tu es todo un halago. 1 abrazo.
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