Su vida estuvo dedicada a la investigación científica. En su haber, centenares de pruebas empíricas pioneras en diversos campos del conocimiento. Libretas llenas de cálculos matemáticos, de casos hipotéticos, la mayoría constatados. Su legado, todo un culto a la razón. Pensamientos que escrutaron los límites del intelecto y despreciaron cualquier creencia religiosa. Solo mente y voluntad. Nada de postulados indemostrables e ideas abstractas. Una vida que ahora ve pasar ante sus ojos en milésimas de segundo. Mientras su coche gira en el aire, solo le da tiempo de pronunciar una palabra.
2 comentarios:
Por mucho que haya gente empeñada en que Dios no existe, nuestra alma lo busca inconscientemente. Por mucho que nos empeñemos en separar la ciencia de la religión, el Misterio se hace presente en ella también (jeje, ¿ves cómo te escucho cuando hablas de "Hecho religioso"?).
El hecho religioso es una evidencia. Si no, que se lo digan a los monos de 2001,je. 1 beso.
Publicar un comentario