“¿Cómo puedes cuestionarte estas tonterías?”, se decía a medida que se acercaba a aquella escalera. Sacudió su cabeza intentando devolver cada idea a su lugar de costumbre y empezó a musitar: “Vamos, abandona estos vanos planteamientos. Es sólo la hipotenusa de un triángulo rectángulo. Tú eres un tipo agnóstico, escéptico, crítico, racional, frío, calculador”. Sin embargo, al llegar a la escalera, decidió bordearla. “Bueno, también eres muy precavido", pensó.
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